Introducción al coronavirus

El coronavirus, o COVID-19, sigue acompañándonos, muy a nuestro pesar, en la vida actual.

La Organización Mundial de la Salud declaró oficialmente que el virus es una «pandemia». Ciudades de todo el mundo están agregando medidas preventivas, como el distanciamiento social, con el fin de intentar mitigar el número de contagiados.

Para aliviar las noticias de pánico y ansiedad, la meditación y la atención plena, con nuestros cursos de Mindfulness, pueden ser los mejores aliados.

La práctica de esta técnica no te mantiene libre de enfermedades, pero te puede ayudar a liberarte del miedo y tener más capacidad para protegerte.

Si nos calmamos y centramos la mente lo suficiente veremos de una manera simple lo que está sucediendo.

Utilizar la atención plena nos ayudará a aliviar y a liberar la ansiedad que está fuera de nuestro control individual, y a concentrarnos en estar presente y en lo que puede hacer para ayudar, sin ser negativos.

La atención plena y el coronavirus

Fijémonos con qué frecuencia nos tocamos la cara. Esto es algo que prácticamente hacemos más de 20 veces por hora y es una forma segura de atrapar cualquier tipo de virus, ya que nuestras manos pueden recoger el coronavirus de superficies duras y transferirlo a nuestra boca, ojos o nariz. Podemos poner en práctica no tocar nuestra cara. También podemos lavarnos las manos con mucha más frecuencia, notando las sensaciones del agua tibia y jabón.

En lugar de darnos la mano, podemos mirarnos a los ojos y enviarnos bondad y amor, deseándonos salud, paz y seguridad. Ese es el lado más delicado de la atención plena. Y también funciona ahora, en estos tiempos difíciles.

En épocas de verdadero estrés vale la pena inclinarse hacia el lado compasivo de la atención plena. Vale la pena recordar nuestra humanidad y compartirla. Y vale la pena prestar especial atención a los juicios, prejuicios y condenas que surgen del miedo y nos separan unos de otros.

De diferentes maneras, el COVID-19 nos ha enseñado cómo estamos conectados y cómo somos realmente. Todos nosotros, somos vulnerables a enfermarnos y ninguno de nosotros quiere enfermar.

Practicar Mindfulness a medida que se propaga el coronavirus no es solo una forma de cuidarnos a nosotros mismos, sino un procedimiento de cuidar a los demás.

Frenar el miedo

En estas situaciones difíciles que vivimos, si fortalecemos la mente, podremos tomar decisiones mucho más inteligentes y coherentes, desarrollaremos prácticas más saludables y cuidaremos con más calidad a nuestros seres queridos.

El ejercicio de atención plena te va a ayudar a paliar el miedo y la inquietud de COVID-19, y aparte de esto te va a frenar a tocarte la cara durante todo el día.

Diariamente, la prensa nos trae noticias demoledoras sobre el coronavirus y las acciones que las personas están tomando para no contagiarse. Los colegios y empresas han cerrado.

Los viajes, ferias y conferencias se han anulado. Tan espantoso como el virus, es la inseguridad que está causando. Por estos motivos debemos practicar la atención plena.

Creemos que la atención plena es suave y frágil, nos equivocamos, está elaborada para las dificultades.

Tenemos que ser conscientes de nuestro miedo, porque si no, nos acongojará y eso es dañino para nuestra salud mental y física.

En la actualidad, nos enfrentamos a una amenaza, nuestro cerebro la detecta. De ahí la importancia de mantener una conciencia y atención plena, con Mindfulness.

Siempre que surge miedo, podemos frenarlo e investigarlo. De esta manera aprenderemos a verlo como una experiencia breve con partes móviles: pensamientos, sensaciones, imágenes…

Cuando el miedo se descompone conscientemente de esta forma, se vuelve factible. Si sentimos la incomodidad de la inseguridad puede generar nuevas perspectivas.

Conclusiones

Ejercitar la atención plena nos permite ser conscientes de nuestro estrés y ansiedad y nos ayuda a lograr el equilibrio, pero también reconoce el esfuerzo necesario para cuidar el propio estado mental de cada persona.

En Centro Mindfulness Madrid te enseñamos a practicar la atención plena.