Mindfulness con la salud mental en los adolescentes
La OMS, Organización Mundial de la Salud, define la adolescencia como el período que transcurre entre los 10 y 19 años, donde se producen cambios que determinan un conjunto de fortalezas para la vida o, al revés, pueden elevar las condiciones de vulnerabilidad social y riesgos para la salud.
Este período se caracteriza por modificaciones fisiológicas, físicas y psicológicas distintivas, que ocurren de manera rápida y donde pueden aparecer manifestaciones relacionadas con problemas de salud mental, ansiedad y depresión.
Los adolescentes enfrentan múltiples demandas de adaptación y de rendimiento en el núcleo familiar, social y de estudios, que pueden ser vividas con estrés.
En esta fase se ha corroborado que existe una fuerte asociación entre estrés y desajuste emocional, como ansiedad, depresión y baja autoestima, y con trastornos externalizantes, como conductas de hostilidad hacia el entorno escolar y dificultades en las relaciones interpersonales.
Los centros educativos son un lugar en el cual los adolescentes pasan la mayor parte del día.
Así, el rol de la escuela no sólo se entiende desde la educación formal en donde su función es estimular el desarrollo cognitivo, sino también como una institución que debe promover de forma activa el desarrollo personal y afectivo.
Dentro de las tácticas de intervención que han logrado mayor interés científico en el último tiempo, se encuentran aquellas fundamentadas en mindfulness. Mindfulness es una forma de conciencia no evaluativa, que se centra en el presente, en la que cada pensamiento, sentimiento o sensación que surge en el campo de atención es reconocida y aceptada tal como es, sin juzgar.
En mindfulness, los pensamientos y sentimientos se observan como eventos mentales, sin reaccionar ante ellos de forma automática, evitando patrones habituales de reactividad emocional.
Entre los mecanismos de acción de mindfulness, destacamos el trabajo entre la regulación de la atención, la conciencia en el cuerpo, la regulación emocional y los cambios en las perspectivas del Self (flexibilidad psicológica), que en su conjunto constituyen un proceso de aumento de la autorregulación.
Las operaciones basadas en mindfulness aplicadas en contextos educativos, cuentan con un numeroso respaldo experimental en la prevención de problemas de salud mental y en la promoción del bienestar psicológico en población infanto-juvenil.
En concreto, estas operaciones basadas en mindfulness aplicadas en jóvenes, han mostrado disminución de síntomas depresivos, de ansiedad y síntomas de estrés, así como aumento de la autoestima.
Una reciente revisión de 28 operaciones basadas en mindfulness para niños y jóvenes en las escuelas, reportó un aumento en atributos psicosociales que promueven la conducta prosocial, como: implicación en el aula, regulación emocional, habilidades sociales, competencia socio-emocional, afrontamiento de situaciones adversas, afecto positivo, optimismo y mejor conducta en el aula.
Un aspecto relevante a considerar es que no existe mayor información que dé cuenta de los efectos diferenciados entre hombres y mujeres.
Un estudio reciente que abordó las diferencias de sexo, encontró que las mujeres reportaron menos estrés después de la operación y estaban más comprometidas que los hombres en el taller.
En contraposición, una revisión sistemática de operaciones que implementaron mindfulness en contexto escolar, dan cuenta de efectos positivos sobre variables emocionales en adolescentes de ambos sexos, pero existen algunas limitaciones metodológicas como la utilización de muestras homogéneas que se deben controlar en estudios posteriores.
Las finalidades de este estudio son: determinar el efecto de mindfulness aplicado en el contexto escolar en la reducción de estados emocionales negativos en población adolescente; evaluar si los resultados se mantienen a los tres y seis meses de seguimiento, y determinar si la intervención de mindfulness tiene el mismo efecto en hombres que en mujeres.
Se espera que los estudiantes reduzcan estados emocionales negativos de depresión, ansiedad y estrés; que los cambios logrados se mantengan en el tiempo, y que no existan diferencias por sexo en los resultados.
Material y Método
Participaron en este estudio un total de 88 alumnos (42 hombres y 46 mujeres), pertenecientes a cuatro cursos de 8º año básico de dos colegios de la ciudad de Santiago, Chile. La edad osciló entre los 12 y los 14 años.
De los alumnos, 41 asistieron al grupo de mindfulness y 47 al grupo control. Los criterios de exclusión fueron la no aceptación del consentimiento informado para participar en el estudio por parte del apoderado y la no aceptación del asentimiento informado por parte del alumno. El estudio está fundamentado en los principios éticos de la Declaración de Helsinki y aprobado por el comité de ética de la Escuela de Psicología de la Pontificia Universidad católica de Chile.
Diseño
Se usó un diseño experimental, controlado aleatorizado, con evaluación pre y post intervención, y seguimiento a los 3 y 6 meses. El taller se desarrolló en 8 sesiones de 45 minutos cada una, una vez por semana durante dos meses consecutivos. Se utilizó metodología cuantitativa para valorar la eficiencia del ensayo controlado aleatorizado.
Instrumentos
Escalas de Depresión Ansiedad y Estrés. Es una escala de auto-reporte dimensional, diseñada para medir los estados emocionales negativos de depresión, estrés y ansiedad. A los participantes se les pide que respondan de acuerdo a la presencia e intensidad de cada síntoma en la última semana. La versión chilena fue validada en adolescentes estudiantes de enseñanza media, observándose buenas características psicométricas.
Procedimiento
En cada colegio donde fue aplicado este estudio, un curso fue asignado al grupo experimental y otro curso al grupo control. En el grupo experimental se implementó una operación basada en mindfulness. Se realizó una breve sesión introductoria sobre la temática del taller y sus principales aplicaciones y posteriormente se realizaron 8 sesiones semanales de 45 minutos cada una, durante el horario de clases.
Se aplicó el currículum de mindfulness para adolescentes del programa Mindfulness in Schools Project, desarrollado para jóvenes entre 11 y 18 años. Fue diseñado tanto del Mindfulness-Based Stress Reduction (MBSR), como del Mindfulness-Based Cognitive Therapy (MBCT), el cual se encuentra adaptado para población adolescente y para ser implementado en la sala de clases.
Usaron diversos ejercicios de mindfulness, como: escáner corporal, meditación sentada, meditación del caminar. A cada alumno se le entregó un cuadernillo con el resumen de cada lección y los ejercicios que debían realizarse en casa.
Estos ejercicios se dividieron en prácticas formales, como realizar el escáner corporal y prácticas informales, las cuales buscan llevar mindfulness a las actividades cotidianas. Se entregó un audio que contenía las principales meditaciones. Todas las sesiones fueron realizadas por un psicólogo certificado en mindfulness.
Resultados
El análisis de la diferencia de medias pretest entre los grupos control y experimental, no reflejó diferencias muy significativas entre ellos en ninguna de las variables investigadas.
En relación al postest, no se observaron diferencias muy significativas entre ellos, pero se observa que el tamaño del efecto es casi moderado en relación a depresión y ansiedad, lo que podría sugerir que el efecto del tratamiento sobre esa variable sí difiere entre ambos grupos. El grupo experimental disminuyó sus niveles de ansiedad y depresión respecto al grupo control, el que empeoró ligeramente dichos niveles.
Al valorar la diferencia entre los dos grupos en pre y postest a través de las puntuaciones delta, se confirma lo que apuntaba el tamaño del efecto en la prueba: hay diferencias estadísticamente muy significativas entre el grupo control y experimental en depresión, ansiedad y en la puntuación total del DASS, con los resultados anteriormente expuestos.
Conclusiones
Este estudio se enfocó en determinar el efecto de una operación basada en mindfulness en la reducción de estados emocionales negativos, en población adolescente escolarizada de la ciudad de Santiago, Chile.
Los resultados confirman nuestra hipótesis, ya que el grupo experimental, en comparación al control, demostró una disminución estadísticamente significativa en sintomatología ansiosa y depresiva, como también en el malestar psicológico general.
Estos estudios son coherentes con investigaciones previas, habiendo demostrado que mindfulness aplicado en contextos educativos, produce una disminución significativa de ansiedad y depresión.
Se realizó un seguimiento a los tres y seis meses después de la operación, encontrándose que no se mantuvieron los cambios en ambos períodos. Estos estudios previos demuestran que los efectos se mantienen hasta tres meses post intervención, pero estas diferencias encontradas se encuentran supeditadas a que los participantes continúen con la práctica una vez terminada la intervención.
Kuyken, demostró que la mantención de los efectos a los tres meses, tenía relación con que los alumnos seguían practicando fuera del colegio. Biegel, Brown, Shapiro & Schubert, mostraron una mejoría en ansiedad y depresión en jóvenes que siguieron practicando meditación mindfulness transcurridos tres meses de acabada la intervención, en comparación con quienes no lo hicieron.
Al analizar los cambios en el grupo mindfulness respecto a los síntomas de depresión, ansiedad y estrés, estos sí mostraron una reducción significativa a los tres y seis meses de seguimiento.
Pero estos datos deben ser evaluados con cuidado, pues al recogerse en un contexto natural, no se tiene control de otros factores que pueden influir en el cambio de ánimo de los adolescentes después de la intervención, especialmente si se considera que la adolescencia es una etapa evolutiva compleja, marcada por grandes cambios y por una gran vulnerabilidad a los factores contextuales del desarrollo.
El tamaño de la muestra fue relativamente pequeño y el uso de un grupo control activo habría sido el diseño ideal a utilizar en este tipo de estudios. Y no se controló si los adolescentes mantuvieron la práctica luego de finalizado el taller. Ésta es una limitación considerable, porque la mantención de los efectos está relacionada con seguir practicando meditación mindfulness.
Mindfulness puede ser una táctica para la prevención de problemas psicológicos y reducción de factores de riesgo en población adolescente, las cuales son líneas de trabajo prioritarias en las políticas de salud tanto a nivel local como internacional.
De ahí la importancia de generar futuras investigaciones que superen las limitaciones presentadas en este estudio y exploren la relación de mindfulness con otras variables.
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