-Basado en el libro “¿Qué sabemos del Mindfulness?”, de Javier García Campayo y Marcelo Demarzo

Obesidad

La obesidad, según la OMS, resulta de un balance de energía inapropiado entre el consumo y el gasto de energía.

Los estados afectivos negativos, como el estrés agudo y el estado de ánimo depresivo, se han ligado a un impulso más fuerte para comer, que lleva a un aumento elevado y excesivo de peso y a la obesidad.

El trastorno del atracón es el desorden alimentario más habitual en personas con sobrepeso y obesidad, caracterizado por episodios recurrentes y persistentes de alimentación incontrolada y desinhibida, sostenida por angustia psicológica sin ningún comportamiento que compense.

A día de hoy, la terapia cognitiva conductual (TCC), ha sido utilizada para los trastornos y malos hábitos de conducta alimentaria, aplicando protocolos basados en la autoayuda orientada y en versiones transdiagnósticas, considerados tratamientos de primera línea para el trastorno de atracón.

  • La TCC logra unas tasas de remisión de entre el 40 y el 60% en los trastornos de conducta alimentaria (Grilo y cols., 2011), pero no se considera eficiente en la pérdida de peso (Wilson y cols., 2007), ya que a menudo es un problema importante en este tipo de población.
  • La obligación de mejorar los resultados del tratamiento ha inspirado múltiples intervenciones fundamentadas en el mindfulness.
  • La razón para utilizar el mindfulness en el tratamiento de los trastornos alimentarios, incluye la importancia de gestionar la consciencia de las experiencias internas (emociones, sensaciones físicas), facilitando la autoaceptación, la flexibilidad cognitiva, el perdón y la compasión, ayudando a mejorar la capacidad de manejar de manera adaptativa las emociones (Kristeller y cols., 2011).
  • La respuesta del cuerpo ante el estrés biológico se ha relacionado con una más alta sensación de hambre y preferencia por alimentos altos en azúcares y grasas, y destitución de grasa abdominal.
  • Dos metanálisis (Ruffault y cols., 2017); Godfrey y cols., 2015), y una revisión sistemática (Katterman y cols., 2014), no demuestran la conjetura de que el entrenamiento de atención plena tendrá un efecto sobre el índice de masa corporal en un período de hasta tres meses posteriores al tratamiento.
  • En cambio, un gran número de ensayos apoyan que el entrenamiento de atención plena rebaja la alimentación impulsiva y eleva los niveles de actividad física en adultos con sobrepeso y obesidad.
  • En definitiva, el mindfulness no logra demostrar de forma consistente una pérdida de peso estadística ni clínicamente significativa, pero las intervenciones fundamentadas en el mindfulness pueden ser física y psicológicamente beneficiosas para los adultos con sobrepeso y obesidad.
  • Nuestro equipo de investigación ha desarrollado programas de intervención con mindful eating que se pueden aplicar a esta población, pero también a personas sanas (García Campayo y cols., 2017).
  • También es interesante detallar que las operaciones electrónicas basadas en el mindfulness a través de diversos dispositivos, son efectivas en conductas relacionadas con el peso (Lyzwinski y cols., 2017).

Trastorno del atracón y alimentación emocional

En estas zonas, la meditación mindfulness ayuda a disminuir de manera eficaz los atracones y la alimentación emocional (Katterman y cols., 2014). Esto se ampara con tamaños grandes-medianos, con esta intervención (Godfrey y cols., 2015).

En concreto, los resultados sugieren que el entrenamiento de mindfulness permite una rebaja media en la frecuencia de los sucesos de atracones, de forma que la persona pasa de dieciocho sucesos al inicio a cinco tras la intervención durante un período de veintiocho días (Masson y cols., 2016).

Diferentes trastornos de la alimentación

La revisión sistemática realizada por Lyzwinski y su equipo (2017), pone de relieve que, aunque los estudios encuentren grandes mejoras en los tratamientos de tercera generación, y aplicadas en zonas con trastornos de alimentación, su eficiencia no es superior a las comparaciones activas en general ni a la TCC.

Esto sugiere que, hasta que estos tratamientos no demuestren su eficiencia para determinados subgrupos de trastornos alimentarios en estudios controlados aleatorizados, la TCC debe mantener su estado como el planteamiento recomendado para la bulimia nerviosa y el trastorno del atracón, así como la psicoterapia interpersonal para el tratamiento de la anorexia nerviosa en adultos.

Existe una evidencia inicial que fundamenta la efectividad de las operaciones basadas en el mindfulness para el tratamiento de los trastornos alimentarios (Wanden-Berghe y cols., 2010). A pesar de todo y como se deriva de las revisiones y metanálisis presentados, es necesario continuar analizando y estudiando.

¿Es eficiente el mindfulness en otros trastornos psicológicos?

Abuso de sustancias

Existe una relación inversa fuerte entre el mindfulness y las conductas de abuso de sustancias siendo más sólida:

  • Para el consumo de alcohol y tabaco en comparación con la marihuana.
  • Para conductas problemáticas en comparación con las no problemáticas de abuso de sustancias (Karyadi y cols., 2014).

Destaca un reciente metanálisis realizado por Li y su equipo (2017), que muestra que estas operaciones tienen efectos significativos para rebajar la frecuencia y la gravedad del uso indebido de sustancias, la intensidad del anhelo de sustancias psicoactivas y la gravedad del estrés, aparte de elevar las tasas de abstinencia de fumar cigarrillos.

Asimismo, destaca el metanálisis producido por Grant y su equipo (2017), con la conclusión de que la operación de MBRP origina pequeños efectos sobre la abstinencia, el ansia y las consecuencias negativas en el trastorno.

En concreto, la literatura respalda las terapias con meditación como terapias eficientes para ayudar a dejar de fumar (Carim-Todd y cols., 2013).

Los resultados de la intervención con el mindfulness no difieren de los grupos de comparación para dejar de fumar, aunque los resultados son muy flojos para poder generalizar (Maglione y cols., 2017).

Trastornos de personalidad

La mayor parte de la certeza disponible la centramos en el trastorno límite de personalidad, resaltando las asociaciones entre la práctica del mindfulness y la reducción de los síntomas psiquiátricos y clínicos, así como la reducción de la reactividad emocional y la impulsividad en este trastorno (Sng y Janca, 2016).

El entrenamiento de la atención plena es un componente central de la terapia dialéctica conductual, ya que es el tratamiento con mayor cantidad de apoyo empírico hasta la fecha para los trastornos límites de personalidad (Stoffers y cols., 2012).

Alteraciones del desarrollo

Las investigaciones de operación de mindfulness demuestran la eficacia de la terapia para personas con alteraciones del desarrollo porque aminora sus alteraciones conductuales y sus síntomas psicológicos. La mayoría de estas intervenciones son de muy larga duración (Hwang y Kearney, 2012).

Aparte de esto, se ha revisado la utilidad de las intervenciones basadas en el mindfulness en cuidadores profesionales, que atienden a personas con discapacidades intelectuales o del desarrollo, y se han observado en ellos beneficios a corto plazo en la gestión del estrés y la angustia psicológica (Donnchadha, 2017).

Psicosis

Las operaciones del mindfulness dirigidas a la psicosis están aumentando y se han implementado en diversos grupos de pacientes. Dos revisiones sistemáticas han encontrado que estas operaciones son complementos útiles para la disminución de la angustia y las tasas de hospitalización y para el aumento de la autoeficacia en pacientes con trastornos psicóticos (David y Kurzban, 2012); Helgason y Sarris, 2013).

Las intervenciones de atención plena son efectivas de manera moderada en el tratamiento de los síntomas negativos y pueden ser eficaces como complemento de la farmacoterapia, pese a que se requieren más estudios para identificar los elementos más efectivos de estas intervenciones (Khoury y cols., 2013).

Un reciente metanálisis determina que las intervenciones de la tercera generación nos enseñan efectos muy beneficiosos sobre los síntomas en personas con trastornos psicóticos (Louise y cols., 2017).

Estas operaciones se pueden utilizar de forma segura en pacientes con psicosis y poseen una serie de beneficios terapéuticos en comparación con otras intervenciones (Aust y Bradshaw, 2016).

Insomnio

La meditación puede mejorar de manera leve algunos parámetros del sueño en pacientes con insomnio y sirve como un tratamiento auxiliar a la medicación para las quejas del sueño (Gong y cols., 2016).

Una práctica más intensa de las técnicas de mindfulness está ligada con una mejoría en el sueño y el programa MBSR origina una reducción en los procesos cognitivos que interfieren con el sueño (Winbush y cols., 2017).

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad

Un metanálisis muestra que existen posibles beneficios del mindfulness en la disminución de los síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) (Cairncross y Miller, 2016).

Algunos ensayos muestran que la función ejecutiva mejora en adultos y en adolescentes con TDAH tras intervenciones de mindfulness (Zylowaka y cols., 2008; Mitchell y cols., 2015).

A pesar de todo, no se pueden ofrecer conclusiones definitivas con respecto al provecho de las intervenciones basadas en la meditación para niños con TDAH y/o padres, porque la calidad metodológica de los estudios es baja (Evans y cols., 2017).

Discapacidad intelectual

En esta alteración existe también una amplia convicción de la utilidad del mindfulness para su manejo (Chapman y cols., 2013; Harper y cols., 2013).

En Centro Mindfulness Madrid te enseñamos todo sobre la práctica de esta técnica.