¿Conoces las modificaciones que produce Mindfulness a nivel epigenético?

La epigenética se define como el conjunto de cambios bioquímicos heredables que regulan la expresión de los genes sin cambiar la secuencia del ADN (Akbarian y cols., 2013).

Es el resultado de las interacciones entre genes y ambiente que se originan en los organismos. Los cambios epigenéticos son la base para las interacciones entre los genes y el entorno que, al final, modulan la diversidad de los fenotipos humanos.

Los mecanismos primordiales epigenéticos para la regulación de los genes y para conseguir modificaciones producidos por el Mindfulness, incluyen la metilación del ADN, que consiste en la fusión de un grupo metilo a un residuo de citosina y, se produce en los dinucleótidos citosina-guanina (CpG), agrupándose en el genoma, y constituyen las llamadas islas CpG, especialmente abundantes en las regiones promotoras de los genes y otras zonas reguladoras.

La metilación de las islas CpG en las regiones promotoras, silencia la expresión génica, mientras que la metilación en el cuerpo del gen se relaciona, por regla general, con un aumento en la transcripción (Suzuki, 2008).

De esta forma y partiendo de un mismo genoma, los mecanismos epigenéticos posibilitan el desarrollo y la diferenciación de las células y tejidos dentro de un mismo organismo.

Por otro lado, las alteraciones en el patrón de la metilación del ADN, también llamadas variantes epigenéticas o epimutaciones, pueden aumentar la susceptibilidad e influir en la patogenia de las enfermedades humanas, como el cáncer, patología en la que se han estudiado de forma extensa como biomarcadores (Heyn y Esteller, 2012).

Los patrones de metilación del ADN, tienen un choque en la expresión de los genes en el cerebro humano y en la sangre (Horvath y cols., 2012).

Por otra parte, patrones aberrantes de metilación del ADN, están involucrados en una elevación del número de enfermedades comunes (Bergman y Cedar, 2013); Heyn y Esteller 2012), incluyendo trastornos mentales y neurológicos.

La falta de herramientas o capacidades para el manejo del estrés, puede ayudar al desarrollo de enfermedades crónicas y al envejecimiento acelerado (Epel y cols., 2009; Juster y cols., 2010; Karatsoreos y McEwen, 2011).

Por esto, la importancia de comprender cómo diferentes técnicas de manejo emocional pueden inducir modificaciones a nivel neurofisiológico y celular.

Los factores ambientales como el ejercicio físico, la dieta, la meditación o los diferentes estilos de vida, pueden influir en funciones corporales, como la respuesta y el comportamiento al estrés, mediante vías extracelulares e intracelulares que interactúan con la maquinaria epigenética (Graff y cols., 2011).

El ejercicio de meditación ha acumulado una creciente evidencia científica de sus efectos beneficiosos sobre variables psicológicas, endocrinas, neurológicas e inmunes (Kabat-Zinn y cols., 2011; Ludwig y Kabat-Zinn, 2008; Lutz y cols., 2008; Schmidt y cols., 2011; Farb y cols., 2012); Rosenkranz y cols., 2013).

A día de hoy, poco se sabe sobre los cambios que la práctica del Mindfulness puede inducir en el epigenoma.

Un reciente ensayo ha mostrado que la meditación hace decrecer la expresión de los genes de la histona deacetilasa, los cuales están involucrados en la remodelación de la cromatina y en la expresión de los genes.

Esta misma investigación sugiere que el mindfulness produce efectos muy beneficiosos en peronas con enfermedades crónicas relacionadas con la inflamación, influyendo en los mecanismos similares a los que se dirigen fármacos antinflamatorios o inhibidores de la ciclooxigenasa (Kaliman y cols., 2014).

En otros diferentes estudios se ha mostrado que el yoga y la práctica del mindfulness, ayudan a rebajar la expresión de los genes proinflamatorios en las células de la sangre (Creswell y cols., 2012; Ravnik-Glavac y cols., 2012; Saatcioglu y cols., 2013), y en patrones moleculares previamente relacionados con el estrés (Black y cols., 2013).

Un ensayo de nuestro grupo en 2017 (García Campayo y cols., 2017), ha expuesto, por vez primera, una respuesta epigenética concreta de algunos genes a la práctica del mindfulness en meditadores de larga duración.

Se menciona que hay una asociación entre la práctica de la meditación a largo plazo y una pérdida predominante de meditación CpG en distintas regiones genómicas.

Los procesos biológicos relacionados con el metabolismo de los lípidos o la insulina, pueden verse afectados por la atención consciente mediante modificaciones epigenéticas.

Aparte de esto, los cambios de metilación tienden a ocurrir en regiones genómicas relacionadas con el desarrollo cardíaco y neuronal, la respuesta al estrés oxidativo y la inflamación, la respuesta inmune y la tumorogénesis.

En esta investigación se apoya la idea de que puede haber algunas modificaciones en la epigenética en la interacción, entre la meditación y un conjunto específico de genes que pueden mediar los efectos sobre determinadas condiciones de salud, como los trastornos psiquiátricos y neurológicos, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.

Conclusiones de los cambios que produce Mindfulness

Aunque despacio, se empieza a ver poco a poco algo más claro sobre los mecanismos que subyacen a los efectos de la práctica del Mindfulness, en la salud humana y la enfermedad a nivel molecular.

En Centro Mindfulness de Madrid, te enseñamos a practicar esta técnica tan beneficiosa para la salud.