Te demostramos que Mindfulness cambia el cerebro

Mindfulness cambia el cerebro físicamente. Este es un hecho que hoy día puede comprobarse.

La mente posee la facultad de fortalecerse mediante una serie de prácticas mentales que promueven su elasticidad, mejorando el funcionamiento neuronal mediante prácticos ejercicios.

Como si se tratase de una serie de levantamiento de pesas o una rutina diaria de ejercicio cardiovascular, desarrollar tu cerebro con mindfulness es posible mediante prácticas de concentración en el presente.

Puedes generar innumerables beneficios en el desarrollo de zonas estratégicas de tu cerebro.

Mediante ejercicios de concentración en concreto es posible fortalecer el Hipocampo, la Corteza Cingulada Anterior o la Corteza Òrbito – Frontal. Según un reciente estudio realizado en la Universidad de British – Columbia y la Chemnitz University of Technology.

Se publicó un meta – análisis, tras una revisión sistemática que arrojó un notable desarrollo en al menos ocho zonas del cerebro. De las cuales, al menos cuatro son vitales para nuestros efectivos procesos neuronales.

¿Mindfulness cambia el cerebro literalmente?

Por supuesto que sí. Es extraordinaria la manera en la que mindfulness cambia el cerebro, aumentando la densidad de la materia gris. Zona donde se aloja toda la red neuronal.

Formando el entretejido de receptores eléctricos, encargados de procesar cada estímulo responsable de nuestros procesos cognitivos. Optimizando el desempeño neuronal y aumentando nuestro bienestar psicológico.

Modificando de manera estratégica nuestro cerebro, es posible controlar los problemas de ansiedad ligados al estrés o la depresión. Así como a combatir el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

Mindfulness ofrece cambios físicos significativos que aumentan la neuroplasticidad mental.

Comprendamos que el cerebro continuará desarrollándose a lo largo de toda nuestra vida, esto en la medida en que lo ejercitemos, dirigiendo de forma efectiva nuestro foco mental.

 Mindfulness cambia el cerebro y esto puede comprobarse

Te preguntarás en concreto cuales son los beneficios del cambio físico en tu cerebro.

Existe evidencia de que mindfulness cambia tu mente con su práctica, cambia cada área física del cerebro asociada a una competencia cerebral determinada, como sucede en el caso del entrenamiento de la Corteza Pre-Frontal Rostro-Lateral, que aumenta nuestra capacidad de introspección, ayudándonos a percibir nuestra propia atención y los contenidos mentales

Por ejemplo, el desarrollo en concreto del Hipocampo aumenta la retentiva, mejorando la memoria y la resiliencia.

Por otra parte, si concentramos nuestras prácticas en el desarrollo de la Corteza Órbito – Frontal, veremos una notable mejora en la toma de decisiones. Haciéndonos más conscientes de nuestras capacidades y las variables a nuestro alrededor.

Recordemos que el cerebro es un órgano constituido por una serie de complejas zonas que operan conjuntamente. Por lo tanto, en primera instancia, el desarrollo de cada zona particular aportará una optimización al proceso mental como conjunto.

Paralelamente también aportará un plus a la zona en cuestión. Dando paso a un mejor desempeño mental tras modificar tu cerebro con mindfulness, además de contribuir en la construcción de una conexión más consciente y directa contigo mismo.

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