Telómeros y telomerasa

Los telómeros son compuestos de ADN y proteínas, que se localizan en los extremos de los cromosomas. Su función es proteger a la célula en los procesos de degradación y fusión.

Si una célula se divide, el material genético se duplica, de manera que la nueva célula obtiene el ADN de la célula madre.

El proceso de división no es total y los cromosomas pierden parte de ADN de sus extremidades, por lo que podemos decir que se acortan los telómeros.

Existe una relación entre la longitud telomérica y nuestra edad, siendo los telómeros uno de los biomarcadores más necesarios de nuestro antienvejecimiento.

No se puede evitar el acortamiento gradual de los telómeros, pero sí se puede regular a través de una enzima llamada telomerasa, que es capaz de regenerar o retrasar la longitud de los telómeros.

La producción de telomerasa disminuye con el tiempo, por lo que aumenta la velocidad del deterioro de las células.

Hábitos negativos como el consumo de alcohol, tabaquismo, la obesidad, sedentarismo o estrés contribuyen negativamente al desgaste telomérico y, por lo tanto, al proceso de antienvejecimiento.

Leonard Hayflick, profesor de anatomía en la Facultad de medicina de la UCSF y profesor de microbiología médica en la Facultad de medicina de la Universidad de Stanford, descubrió, en 1961, que las células son perecederas.

En su investigación, cultivó células y comprobó que siempre acababan muriendo. Las congeló y al reanudar el estudio, las células morían tras dividirse un número similar a las veces anteriores.

Concluyó en que cada célula tiene un contador de divisiones llamado (el límite de Hayflick), del cual vienen regulados por los telómeros.

Componentes para impedir el antienvejecimiento

Realizar ejercicio, llevar una alimentación sana y equilibrada y libres de estrés, es vital para prevenir el antienvejecimiento.

Del mismo modo, factores como el sedentarismo, la obesidad o el alcohol perjudican seriamente nuestra salud y favorecen la aparición prematura de la vejez.

En casos de obesidad y sobrepeso, realizar dieta y ejercicio diario mejora la calidad de vida de la persona que lo practica.

Pero tenemos que saber que realizar ejercicio diario y mantener una dieta equilibrada son grandes aliados del antienvejecimiento, aunque tengamos un peso ideal.

Sentirnos libres de estrés y estar de buen humor nos ayuda de forma implacable en nuestra lucha por evitar el antienvejecimiento.

Javier García Campayo, investigador del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, ha presentado un estudio que confirma que el Mindfulness actúa sobre el ADN y previene el antienvejecimiento.

Mindfulness y antienvejecimiento

La pregunta siempre es la misma: ¿cómo se puede prevenir el antienvejecimiento?, tenemos la respuesta gracias a los telómeros.

Se ha comparado en estudios de personas que realizaban meditación frente a otras que no lo hacían. La práctica comparaba individuos sanos, del mismo sexo y de la misma edad.

El estudio confirmó que la longitud de los telómeros era bastante mayor en las personas que meditaban.

También añadió que, meditando se podía alargar la esperanza de vida y prevenir el envejecimiento del cerebro, mejorando la agudeza visual.

Las personas que no realizaron meditación tenían unos telómeros más cortos en comparación con aquellas personas que sí lo hacían.

Mindfulness es meditación. Para practicar esta técnica es necesario realizar dejar la mente en un estado de relajación.

Ciencia y realidad

Unos malos hábitos de vida y aptitud pesimista resultan en telómeros más cortos. En cambio, una vida equilibrada y tener una actitud más alegre y amable lograrán lo contrario, la longitud de los telómeros se alarga.

Según las doctoras Epel y Blackburn, la forma con la que afrontamos cualquier situación, junto con la interpretación y percepción subjetiva de la realidad, es la que activará los mecanismos biológicos resultantes en telómeros más cortos o telómeros más largos.

Lo más atrayente es que la situación no tiene por qué ser sacada de la realidad: al imaginar una amenaza nos sentimos frustrados y sin los recursos necesarios para enfrentar esa situación, anticipando un resultado caótico, por lo que nuestro cuerpo-mente activa esta peligrosa respuesta biológica.

Opuestamente, si notamos que podemos salir airosos de una situación concreta, activamos lo que se conoce como la respuesta de desafío, una forma de estrés que nos fortalece, creando las condiciones psicológicas y fisiológicas que nos permiten conciliar mejor con la situación y tener éxito.

Esta investigación avala que el cambio de mentalidad, actitud y punto de vista puede convertir la amenaza en desafío, mecanismo biológico muy beneficioso.

Conclusiones

En definitiva, cuanto más tratemos de separar los pensamientos que nos alteran, con más fuerza se manifestarán, algo que sucede de forma generalizada cada día, produciendo mucha ansiedad social y depresión.

Hay que recordar acoger una postura de concentración sobre lo que pasa a nuestro alrededor.

El Mindfulness es nuestro gran aliado para el antienvejecimiento de los telómeros.

El mindfulness actúa sobre el ADN y las proteínas y previene el envejecimiento del cerebro.

Los telómeros, son la clave de nuestra salud y nuestro envejecimiento.

Bien es sabido que todos llegaremos tarde o temprano al inevitable destino de fallecer, pero debemos procurar contar con las condiciones necesarias que nos permitan mantener nuestras células en un estado de funcionamiento inmejorable y experimentar una vida plagada de equilibrio, salud y plenitud.

En Centro Mindfulness de Madrid impartimos cursos de esta técnica milenaria que te ayudarán a rebajar la ansiedad y el estrés.