Mindfulness y neurociencia
Mindfulness y neurociencia se vinculan directamente. Esto es un hecho comprobado. Mindfulness no es solamente una técnica común de relajación.
Los estudios más recientes publicados en revistas como la Bilogical Psychiartry, han demostrado los cambios cerebrales que produce. Estos cambios impactan positivamente en nuestra salud.
Uno de los más tangibles cambios es la reducción de interleucina.6, que es un marcador biológico que genera aumento de tensión en aquellos individuos que padecen estrés.
Además, se ha podido observar la desaceleración del VIH y se han podido controlar los efectos del estrés.
La unión de estas dos corrientes que parecen tener nada en común, hoy día es evidente y vislumbra un futuro prometedor en los avances de la ciencia, la filosofía y la espiritualidad.
Así lo demuestran estudios realizados en la Universidad Carnegie Mellon. Han revelado y medido los efectos físicos, neuronales, de mindfulness.
Las transformaciones que producen en el cerebro; allí los patrones que definen la conectividad de la red funcional mejoran y esto impactan en el ánimo, las emociones y la actitud.
El psicólogo y profesor de la Universidad de Dietrich en Ciencias Sociales y Humanidades, en una investigación particular también ha mostrado sus resultados. En estos destaca cómo las personas adultas en situación de desempleo entre otros ciudadanos, han conseguido regular el estrés.
Esta es una de las más frecuentes afecciones sociales, por la ansiedad. La práctica de Mindfulness consigue la regulación de esto, trayendo un saldo positivo de individuos que reconsideran sus vidas en general.
El estado de calma produce grandes cambios en el entorno social de cada uno. Es decir, el impacto va desde nuestro cerebro hasta nuestras relaciones. Mindfulness y neurociencia van de la mano.
Mindfulness y neurociencia: casos verificados de tratamiento efectivo
35 personas bajo condiciones habituales de estrés fueron sometidas a un tratamiento de Mindfulness.
En el retiro de 3 días hacia un sitio despejado y libre del bullicio de la ciudad, fueron atendidas con terapias de meditación. Luego de esto, se les realizaron varios escáneres neuronales a fin de evaluar los efectos de la terapia intensiva.
Lo que arrojaron dichos escáneres, sumados a las pruebas de sangre fue que el total, las 35 personas lograron la reducción de sus niveles de IL-6. Del mismo modo, pudo notarse el fortalecimiento de la corteza cerebral.
También, por si esto fuera poco, vieron mejorías en su conectividad neuronal, a través de lo cual, puede comprobarse un progreso integral en el corto lapso que este tratamiento duró.
La investigación, llevada a cabo por el profesor Creswell, está fundamentada en la Neurociencia y la Psicología de la Salud. Estas son dos disciplinas que se han unido, gracias a los avances investigativos del profesor.
Así se ha dado origen a la llamada Neurociencia de la Salud. Un campo que explora los patrones de conectividad neuronal más allá de los estímulos, estrictamente psicológicos, en la experimentación de alternativas como Mindfulness.
Más allá de los efectos inmediatos de Mindfulness en nuestro día a día, cultivar estas prácticas trae beneficios a largo plazo. Estos beneficios nos garantizarán una vejez satisfactoria y llena de calma.