Intentar darse cuenta de este presente exige un presente futuro en el cual pueda ocurrir el darse cuenta, de manera que uno sigue apartándose del ahora, aunque intente no hacerlo, pues el único presente que puede comprenderse es el presente fugitivo… pero en el nivel de la conciencia unidad el que interesa es el presente eterno e intentando buscar el presente eterno solo llegamos a encontrar una seria de presentes fugitivos. Concentrarse en el presente fugitivo es resistirse a la eternidad, pues esta concentración en el presente fugitivo exige una serie de rápidos asimientos en el tiempo, que están fuera de juego en la conciencia unidad.
El presente eterno es éste, antes de intentar asirlo. En este momento de la búsqueda uno empieza a sentirse acorralado por todas partes. Nada de lo que hace le parece bien. Para abandonar la resistencia aún tiene que resistirse. Buscar el ahora intemporal requiere una fracción de tiempo.
Para dejar de apartarse hay que hacer un movimiento, y así, empieza a darse cuenta que TODO LO QUE HACES ES UNA RESISTENCIA… todo movimiento es la resistencia misma.
… y no hay alternativa a la resistencia (no hay trucos sutiles) ya que todo lo que hace es resistencia.
Y hay por ello una razón especial que comienza a intuir. Su yo separado siempre da la impresión de estar resistiéndose porque la sensación de un yo separado y la sensación de resistencia son una y la misma cosa. Esa sensación de un yo separado no es mas que la sensación de apartarse… Esta es la razón de que todo lo que uno intenta hacer, o no hacer, resulta mal… Su ser, su yo, es resistencia, de manera que no puede obtenerla. Llegados a este punto las cosas parecen realmente desalentadoras. El individuo no parece ser más que una trampa montada para atraparse constantemente a sí mismo. Se inicia la noche oscura del alma… la luz de la conciencia nos da la espalda… Todo parece perdido… En este punto es donde todo se arregla de un modo espontáneo.
Cuando el individuo se da cuenta de que todo lo que haces es una resistencia, entonces el mecanismo se queda sin cuerda. Cuando uno ve que cada movimiento que hace es una resistencia, de manera completamente espontánea se abandona la resistencia (la entrega), y el abandono de la resistencia es la apertura a la conciencia unidad… Como si se despertara de un sueño realiza que él, como ser separado no existe, su ser, el todo, jamás ha nacido y jamás morirá.
Ken Wilber
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