Entrenamiento Mindfulness en ancianos
A pesar de que la mayoría de los ensayos se han llevado a cabo en adultos jóvenes, hay un interés en aumento en la aplicación del entrenamiento de mindfulness, como una operación preventiva dirigida a los ancianos.
Este grupo de población es de particular interés debido a las modificaciones relacionadas con la edad en el apoyo social, las limitaciones de la independencia físicas y las reducciones en diversos dominios de la función cognitiva.
Xiong y Doraiswamy (2009), exponían los aspectos siguientes para indicar el uso de estas técnicas en esta población concreta:
1-La disminución de la secreción de cortisol inducido por el estrés, lo que podría tener efectos neuroprotectores, elevando los niveles del factor neurotrófico cerebral.
2-La reducción lipídica y del estrés oxidativo, los cuales podrían rebajar el riesgo de enfermedad cerebrovascular y de neurodegeneración derivada de la misma.
3-El fortalecimiento de los circuitos neuronales, lo que permitiría mantener la reserva cognitiva.
En la actualidad, el programa basado en el mindfulness que cuenta con mayor evidencia científica en la aplicación a la población geriátrica es el MBSR.
Eficiencia en ancianos
Lantz y su equipo (1997), aplicaron MBSR en un contexto residencial con enfermos con deterioro cognitivo evolucionado, con la finalidad de rebajar los trastornos de conducta y los síntomas psicopatológicos ligados a la demencia.
La eficiencia de estas operaciones basadas en el MBSR, se ha venido repitiendo en diversas investigaciones desde entonces (McBee y cols., 2004; Wells y cols., 2013; Quintana y cols., 2014).
La utilización del mindfulness en enfermedades neurodegenerativas en estadios leves sugiere un efecto positivo en las capacidades cognitivas como: memoria, atención, fluidez verbal, capacidad de abstracción, praxias y cálculo (Wells y cols., 2013; Quintana y Quintana, 2014).
Por consiguiente, la práctica del mindfulness se muestra muy útil para paliar la sintomatología en la demencia en general, siendo este aspecto muy relevante en los centros sociosanitarios por su alta prevalencia, superior al 60% (López-Mongil y cols., 2009).
En esta línea, Larouche y su equipo (2015), señalan que la práctica del mindfulness podría detener el deterioro cognitivo, reduciendo los efectos de la sintomatología ligada a la demencia, favoreciendo el manejo del estrés, rebajando los efectos de los trastornos del estado de ánimo y disminuyendo los procesos inflamatorios asociados a la muerte neuronal.
La mayoría de los estudios que midieron variables de resultado psicológicas, expusieron que las operaciones basadas en el mindfulness tienen algunos efectos positivos en el bienestar de los adultos mayores (Geiger y cols., 2016).
Diversas investigaciones informaron que las operaciones basadas en el mindfulness se ligaron a disminuciones significativas en la soledad, la depresión, el estrés, la ansiedad, los problemas del sueño y las rumiaciones, así como a aumentos significativos en el estado general y el afecto positivo.
De la misma manera, se han notado mejoras en la aceptación del dolor y la función física en dolor crónico y en la aceptación de enfermedad, así como en la experiencia de enfermedad, en diferentes afecciones médicas.
Quintana y Miró (2015), en España, plantean un entrenamiento diario para consolidar la técnica del mindfulness en las actividades de la vida diaria básica, dado que son las tareas principales en la organización de los servicios sociosanitarios.
Este entrenamiento enseñó un beneficio en la estabilización clínica y un mantenimiento de las capacidades cognitivas, funcionales y psicopatológicas en, por lo menos, dos años.
Eficiencia en cuidadores
También se ha analizado el efecto de la técnica del mindfulness en cuidadores de personas con demencia, con resultados positivos (McBee, 2003; O´Donnell y cols., 2010; Oken y cols., 2010).
En cambio, las operaciones realizadas en cuidadores de enfermos de Alzheimer, suelen ser efectivas a corto plazo, pero sus efectos se diluyen con el paso del tiempo, por lo que se hace imprescindible el establecimiento de medidas y de políticas de atención a estos cuidadores que permitan mantener los efectos beneficiosos de las operaciones destinadas a reducir sus niveles de malestar psicológico y de sobrecarga (Franco y cols., 2010).
Los descubrimientos respecto al mindfulness con ancianos son prometedores, notándose mejoras en la angustia psicológica y en sus diferentes manifestaciones, estrés, depresión, ansiedad, insomnio, así como también en la calidad de vida, en el afecto positivo, en los déficits cognitivos, y en varios tipos de afecciones médicas como hipertensión, cáncer, dolor lumbar crónico, diabetes, enfermedad coronaria, etc.
El tamaño, la calidad inadecuada y la inconsistencia a día de hoy es el hallazgo más importante de esta revisión.
Limitaciones sobre la eficiencia de Mindfulness en ancianos
Dentro de los estudios realizados hasta la fecha, muy pocos se limitan a valorar solamente a la población anciana, sino que analizan una muestra mixta (como en adultos jóvenes o mayores, y ancianos).
Muchos de estos avances contaban con numerosas limitaciones, como: un tamaño muestral pequeño, ausencia de un grupo de control activo o incluso de un grupo control.
Muy pocos ensayos eran aleatorizados, así como tampoco eran longitudinales (no contaban con medidas de seguimiento, lo cual hacía imposible determinar si los cambios realizados se mantendrían estables a lo largo del tiempo).
La mayoría de los estudios no evaluaban las diferencias en la capacidad de mejora respecto a las distintas características o componentes de las operaciones de mindfulness usadas.
Sería conveniente observar si existen diferencias en los niveles de mejora en función de características como la duración de las sesiones y de la operación, el formato individual o grupal, o la experiencia o profesionalidad del instructor, entre otras.
Conclusiones sobre la eficiencia de Mindfulness en ancianos
La psicoterapia de mindfulness representa una importante alternativa terapéutica y preventiva en ancianos y puede aplicarse a bajo costo en grupos.
Aparte de esto, supone un cambio en la orientación de la operación de un colectivo, al que con frecuencia las prácticas clásicas de estimulación le recuerdan su pérdida cognitiva y discapacidad, ya que supone potenciar las capacidades y recursos internos.
Pero es necesario seguir investigando para determinar su eficiencia tras solventar las limitaciones existentes en estudios previos, los cuales también proporcionan caminos y recomendaciones para las investigaciones del futuro.
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