Empecemos a gestionar las emociones con Mindfulness
Mindfulness es la técnica de enfocar tu atención hacia a tu interior para observar tus sentimientos, pensamientos y acciones sin interpretación o juicio.
Solemos clasificar las emociones como buenas o malas y todas están al servicio de nuestra vida, de nuestra propia existencia. Nos dan información sobre los cambios del entorno y nos ayudan a ser capaces de adaptarnos a él.
Debemos ordenarlas de forma productiva en función de si la respuesta corporal percibida es expansiva o contractiva. Así, dependiendo si se expande o contrae tu cuerpo, tendrás más información para saber que emoción estás experimentando en cada momento.
Adviertes a través de los sentidos algo diferente en tu entorno, los sentidos mandan la información al sistema nervioso central y este envía señales en función de la necesidad para que se produzcan sustancias y señales nerviosas que adapten tu respuesta emocional ante ese estímulo percibido; a esto se le denomina secuencia.
La emoción supone un componente fisiológico regido por nuestro sistema nervioso central, un componente energético que hace que esa emoción fluya a través de nuestros canales energéticos o se quede bloqueada, un componente cognitivo a nivel consciente e inconsciente que influye en la vivencia subjetiva de la experiencia y un componente conductual que puede ser adaptativo o no en función del resultado final del proceso.
En este artículo, os enseñamos la manera de poder gestionar las emociones con Mindfulness.
En nuestro Centro Mindfulness Madrid te enseñamos todo sobre esta práctica.
¿A qué denominamos Inteligencia Emocional?
La inteligencia emocional es definida por la Psicología como la capacidad de identificar y gestionar sus propias emociones y las de los demás.
Por consiguiente:
- La conciencia emocional, significa estar al tanto de las emociones que estás experimentando, tristeza, felicidad, miedo, ira…, así como de las personas que te rodean.
- Ser consciente de ti mismo es la capacidad de advertir las emociones que estás sintiendo en el momento actual sin juzgarlas.
- La aplicación emocional, implica que puedes usar tus emociones para tu beneficio y para ayudar a los demás.
- La gestión emocional, consistente en tomar responsabilidad y aprender a gestionar la relación que tienes con tus emociones.
La unión de Mindfulness y la Inteligencia Emocional parte de la teoría de que Mindfulness es un componente crítico de cada uno de los principales aspectos de la inteligencia emocional.
Para ser emocionalmente inteligente, primero debes ser consciente de tus propias emociones, porque si no, no podemos tener la capacidad para gestionar nuestra respuesta emocional.
Las personas que son conscientes de sus emociones, al mismo tiempo son conscientes de que cada persona es diferente y que cada persona maneja sus emociones de una manera única.
Este tipo de conciencia conduce a un mayor amor y compasión por uno mismo y por el otro.
¿Qué conseguimos al practicar Mindfulness para gestionar las emociones?
- Aminorar el estrés
- Reducir la ansiedad y suavizar los estados de tristeza.
- Aprender a entender, gestionar y expresar, aquellas emociones incómodas, como las emociones difíciles y desafiantes que causan dolor y sufrimiento en la vida.
- Vivir tus emociones de una forma más adecuada y sana, y no dejarte llevar por ellas.
- Serenar tus emociones y desarrollar el equilibrio emocional.
- Desarrollar mayor capacidad de resiliencia, lo que significa que puede recuperarse después de la adversidad de una manera más rápida.
- Avanzar en tu desarrollo y crecimiento emocional y personal.
- Mejorar la relación contigo mismo y con los demás.
- Aumentar tu bienestar y felicidad.
Te damos 8 claves para gestionar las emociones con Mindfulness
1.Párate y observa.
Cuando una emoción desagradable y fuerte aparece, haz una pausa y lleva la atención a ese incipiente proceso interno que está teniendo lugar, en vez de seguir irreflexivamente el impulso.
2. Respira hondo para dejar espacio a la emoción.
Lleva la atención al cuerpo para identificar la zona en la que se produce la tensión o la contracción, lo que llamamos escanear tu cuerpo. Lleva tu respiración a esa parte para poder producir un espacio alrededor y que se manifieste en lugar de bloquearla.
3.Tomar conciencia de la emoción
A través de observar cómo se manifiesta la emoción en tu cuerpo puedes reconocerla. Ábrete de forma intuitiva a lo que te quiere decir.
4. Aceptar y permitir.
En lugar de oponerte a la emoción déjala entrar, dale espacio para que se manifieste y reconocer que está ahí, por mucho que te duela. Cuanto menos te resistas, antes se desvanecerá porque ya habrá hecho su función.
5. Se amable contigo mismo.
Acógete como acogerías a un amigo al experimentar esta emoción difícil. Reconócete compasivamente en tu humanidad, incluso con esta emoción que te atormenta.
6. Suelta y dejar ir.
Es el momento de dejar ir la emoción, es parte de ti, pero es sólo una emoción con sus sensaciones físicas. No la alimentes con tus pensamientos y despídete de ella y pueda llegar la tranquilidad.
7. Actuar o no actuar.
Una vez te has podido despedir de la emoción, es el momento de la acción. Si la situación requiere actuar, este es el momento de tomar la decisión pertinente y dar la respuesta adecuada, no desde la emoción que ya habrá perdido fuerza al ser reconocida, sino desde la conciencia.
La mayoría de las veces esa emoción difícil está ahí para que pongas conciencia en ti y no es necesario que hagas nada más.
8. Agradecer.
Esa emoción está ahí al servicio de tu vida, de tu desarrollo. Agradece el proceso, la experiencia, las tomas de consciencia y el haber sido capaz de vivirla con presencia.
Mindfulness nos ayuda a entrenar una atención calmada y despierta que nos capacita enormemente para la gestión emocional. Desarrollamos una visión clara sobre las emociones sin identificarnos con ellas, permitiéndonos descifrar sus mensajes y percatarnos de la acción necesaria.
Cuando estamos presentes en la emoción, podemos actuar desde la conciencia, desactivando la respuesta automática. Desde ahí se abre un mundo lleno de posibilidades de crecimiento, libertad y salud.
Conclusiones de cómo gestionar las emociones con Mindfulness
La sociedad está en constante evolución, circunstancia que puede generar cierta inquietud y y desconcierto, provocando que a veces nos sintamos desbordados de nosotros mismos.
Por este motivo, es vital desarrollar actividades formativas encaminadas a potenciar habilidades personales de autoconocimiento, autogestión y consciencia que reduzcan, de manera relevante, factores ligados a muchas de las situaciones estresantes a las que nos exponemos cada día en nuestra vida rutinaria.
La utilización de técnicas propias del Mindfulness, se consolida como una alternativa importante y valiosa, cuya aplicación mejora los niveles de bienestar, reduce el estrés y la ansiedad y favorece el desarrollo de la inteligencia emocional.