¿QUÉ ES EL ZEN?

El Zen se define como “la conciencia cotidiana”, otra forma de mirar, según la expresión de Baso Matsu. Esa “mente cotidiana” no es otra cosa que tomar conciencia de la experiencia diaria de vivir.

Es un sistema filosófico budista que tuvo su origen en China en el siglo VI; potencia la meditación metafísica utilizando técnicas (como las paradojas) y el ejercicio físico intenso, con el fin de conseguir que salga a relucir la verdad.

Tan sencillo de explicar como complicado de lograrlo. Los cursos del Centro Mindfulness de Madrid te ayudarán a tomar conciencia en el momento presente de tu día a día.

“HISTORIA”

El hombre es un ser que piensa. Una vez que haya alcanzado un estado de evolución “espiritual”, será maestro Zen de la vida. No necesita, como el pintor, de lienzo, paletas ni colores. No necesita, como el arquero, de arco, ni flecha ni blanco, ni de ningún otro recurso. Se sirve de sus miembros, de su cuerpo. Su vida en el Zen se expresa por medio de todos esos “instrumentos” importantes como manifestaciones propias. Sus manos y pies son los pinceles. Y todo el universo es el lienzo sobre el cual pintará toda su vida durante años. El cuadro pintado de esta manera se llama “historia”.

DOCTRINA MAGNA

¿Cómo el tiro de arco, practicado en el pasado para la lucha a muerte, ni siquiera se ha conservado como un verdadero deporte, sino que estaría transformado en un ejercicio para el espíritu? ¿Para qué se necesitan entonces el arco, la flecha y el blanco?

La “Doctrina Magna” del tiro de arco nos dice otra cosa. Según ella, ahora como antes es una cuestión de vida o muerte, por cuanto concierne a un enfrentamiento del tirador consigo mismo; y ese modo de oposición no es pobre sustituto, sino el fundamento sustentador de todo enfrentamiento dirigido hacia el exterior.

TIRO DE ARCO

El tiro de arco de ninguna manera puede significar un intento de lograr algo exteriormente, con arco y flecha, sino de forma interior, con el propio yo.

Aunque el alumno no aprenda en un principio sobre la trascendencia de sus tiros, debe comprender por qué el tiro de arco no puede ser un deporte ni un ejercicio de gimnasia. Entiende por qué lo meramente técnico, cuanto puede aprenderse, tiene que ser practicado concienzudamente hasta el agotamiento.

Así consigue el maestro que el discípulo pase a través de su propio ser. Y éste se vuelve cada vez más receptivo, ya que el maestro puede hacerle ver algo de lo cual ha oído hablar muchas veces.

Todo maestro de un arte determinado por el Zen es como un relámpago generado por la nube de la verdad que lo abarca todo.

El espíritu del tiro con arco japonés no reside en atinar el blanco sino en la perfección de los disparos.

En definitiva, es un camino donde no existen los atajos, donde la humildad es vital para acercarse a la sabiduría del maestro. Quizá algo que en el mundo occidental resulte extraño al vivir tan exteriormente de nuestras emociones, no entendiendo que arco, diana y arquero se funden en una sola cosa.

BIOGRAFÍA

En este libro, el profesor de filosofía alemán Eugen Herrigel, (1884-1955), cuenta sus seis años como alumno de uno de los más prestigiosos maestros de arquería (kyudo) de Tokio, (una forma particular de tiro con arco japonesa), cómo fue superando poco a poco sus impedimentos, aprendiendo a estirar el arco libre de intención y con un tipo de «fuerza sin forzar» que permitía al tiro desprenderse del tirador.

Esta experiencia le mostró nuevas certezas y transformó todo su ser. El libro, traducido a más de treinta idiomas y publicado por primera vez en 1953, posee la virtud de presentar lo más profundo de la doctrina Zen desde la mente de un occidental; nos ofrece además una enseñanza de vida válida para todas las disciplinas.

Y recuerda: “Cuanto más obstinadamente tratas de aprender a disparar la flecha y por tu obsesión de alcanzar el centro de la diana, menos conseguirás lograr tu objetivo”.