¿Por qué existe Mindfulness?
¿Por qué existe Mindfulness? Queremos dar una respuesta a esta interrogante. Y para ello, creemos apropiado explorar las condiciones de la psique colectiva de la sociedad occidental.
Y no queremos ir demasiado lejos, porque este no es texto científico; pero sí exploraremos un poco de dónde ha venido esta práctica de meditación y por qué llegó para quedarse.
Para los budistas, meditar representa una parte esencial de sus prácticas religiosas. Y es porque allí, en ese acto de concentración, encuentran los practicantes el canal para alcanzar su espiritualidad.
Entonces ¿alcanzamos también quienes practicamos Mindfulness una espiritualidad? Quizá. Pero en nuestro caso, todo depende de las particularidades del individuo.
Quienes ven en la gestión de pensamientos y emociones, un camino para modificar las intenciones naturales humanas, seguramente, usarán la meditación como una estricta herramienta espiritual. Porque así la perciben y les funciona.
Sin embargo, Mindfulness, práctica que es llevada en el Centro Mindfulness Madrid, así como en miles de centros alrededor del mundo, especialmente en Occidente; es una meditación que no tiene fines espirituales directamente.
Cuando Kabat Zinn extendió con entusiasmo sus conocimientos y estudios sobre el tema, lo hacía basado en el descubrimiento de los efectos psicológicos que produce la meditación.
Una de las más importantes características de esta práctica es que busca educar la mente y el cuerpo. ¡Es psicológica!
¿Por qué existe Mindfulness en Occidente?
El nuevo mundo avanzó tecnológicamente al paso de los descubrimientos. La edad moderna trajo consigo el progreso de las máquinas y, con el tiempo, de los sistemas computarizados.
Esto cambió nuestra percepción de la realidad. La velocidad de los procesos se multiplicó a niveles no imaginados.
Entonces nacimos nosotros. En una era que propende a la inmediatez y donde lo automático reina.
El problema es que ese estado automático de las cosas, nos ha condicionado; y funcionamos del mismo modo. Es natural que tantas ocupaciones, quehaceres y actividades se nos sumen, sin que tengamos tiempo de estar en el presente.
Las muchas actividades del pasado que nos dejan cargas emocionales, ocupan un importante tiempo en nuestros pensamientos. Invertimos millones de pensamientos en frustraciones, que nos traen duras emociones como la tristeza, el desasosiego o la molestia.
Lo mismo sucede con las actividades pendientes o todo lo que “está por suceder”. Nos toma un valiosísimo tiempo poner nuestra mente en las cosas que no han sucedido; la ansiedad que produce pensar “cómo serán” y “cómo lo haremos”, en las diversas y complejas situaciones de nuestras vidas particularidades, nos priva de vivir plenamente el hoy.
Esto nos da la respuesta de por qué existe mindfulness. Una terapia aplicada desde nosotros mismos, que puede llevarse durante toda la vida y que representa incluso, el reemplazo de muchísimos medicamentos hoy día ofrecidos para tratar la ansiedad, la depresión, entre otros.
Una práctica para el hombre y la mujer de hoy, que han decidido escoger su propio camino espiritual, más allá incluso de la religión.
Una práctica que viene perfecta a la psicoterapia, pues devuelve el ánimo y drena el estrés que se acumula, por el estilo de vida que llevamos, de este lado del mundo.