Mindfulness desarrolla la inteligencia fluida y te enseña a estar presente
Mindifulness desarrolla la inteligencia fluida. Y quizá te preguntes ¿qué es esto? Hoy en día se erigen nuevos conceptos en torno a la inteligencia y cómo desarrollarla.
Todo esto tras el descubrimiento de la existencia dedos inteligencias relacionadas, interconectadas y dependientes la una de la otra.
Sugiriendo así que durante mucho tiempo tuvimos una imagen difusa del concepto de inteligencia. Relevándolo al hecho de considerarla una cualidad desarrollable tras el registro de datos, información y contenido, hasta hacerlos parte de nuestro imaginario personal.
Sin saber que esta premisa solo hace referencia a un tipo de inteligencia. La que llamamos inteligencia cristalizada, la cual va adquiriendo su desarrollo conforme aumenta la edad.
Esto, en cuanto vamos adquiriendo nuevas habilidades para enfrentar las experiencias que la vida propone.
Gracias al reconocimiento de la estructura cerebral, encontramos evidencia de que Mindfulness desarrolla la inteligencia fluida. El segundo tipo de inteligencia, encargado de la revisión y el reconocimiento de patrones para resolver problemas.
Ejecutándose como la capacidad de observar y experimentar el presente con claridad, para establecer un plan de acción.
Teniendo evidencia de la existencia de dos tipos de inteligencia. Una claramente dependiente de la otra, entendemos la vitalidad que representa poder desarrollarlas.Para que vayan a la par y al mismo ritmo.
¿Mindfulness desarrolla la inteligencia en ambos casos?
Las prácticas de mindfulness se basan en el desarrollo de las habilidades de observación y concentración. Básicamente, en la activación neuronal para desarrollar una conciencia plena y sin distracciones.
Digamos que el objetivo fundamental es callar esa mente parlanchina que nos acompaña diariamente, o al menos aminorar su parloteo.
En consecuencia, Mindfulness alimenta la inteligencia fluida a nivel inicial. Permitiendo reagrupar la atención para dirigir el foco a puntos concretos.
Apoyado en elementales ejercicios cardiorrespiratorios, que acompañarán de la mano nuestra cruzada contra la dispersión mental.
La concentración dará paso a la observación activa. La atención nos hará conscientes de lo que estamos experimentando en el presente. En respuesta, nuestro cerebro hace propicia la conexión de toda nuestra red neuronal, eliminando cualquier dispersión en el tálamo o la corteza cerebral.
Mindfulness desarrolla la inteligencia con cada respiración
Según estudios, cuatro días semanales de prácticas de atención plena generarán notables beneficios en tu salud y tu estabilidad emocional. Disminuyendo los niveles de estrés, fomentando una mayor concentración y aumentando las capacidades en la memoria.
Atrévete a experimentar como la inteligencia se fortalece con mindfulness y aumenta la plasticidad de tu cerebro a través de la práctica persistente; así verás fructíferos cambios biológicos en tu cerebro.
La práctica de atención se aprende en la marcha. El secreto es la constancia como estrategia. El hábito de la dispersión es sumamente común en la sociedad actual, permitiendo en muchos casos la multidireccionalidad mental.
Herramienta útil a la hora de realizar diversas tareas en conjunto. Sin embargo, la garantía de control sobre multidireccionalidad requiere primero del entrenamiento de la undireccionalidad, optimizando el enfoque como si se tratase de un foco de luz.
Invitándonos amablemente a centrar la atención con mindfulness en una zona determinada del escenario.